Algunas veces siento que mi vida se parece mucho a The Truman Show. Cómo si existiera una gran conspiración de gente observandome todo el tiempo y ulilizando todos sus recursos para que mi vida sea exactamente como ellos quieren. Y lamentablemente, por alguna razón no quieren que sea color de rosa.
Tal vez ustedes piensen que soy una paranoica, y tal vez lo hacen para despistar, porque ustedes también son parte de este maquiavélico plan. Pero creo que llegó la hora de que todo este complot sea desenmascarado públicamente. Así que prepárense para sufrir su castigo.
Nombrar una por una las atrocidades a las que este grupo comando me ha sometido durante todos estos años sería imposible, debido a que estaría incumpliendo con el secreto de sumario, ya que está todo en manos de la justicia, pero aún así, y desobedeciendo las órdenes directas de mi grupo de abogados (que acá entre nosotros, creo que también son parte de ellos) voy a contarles una o dos cosas:
Taxis y colectivos: Jamás están ahí cuando los necesito. Es más, mi colectivo, con el que voy al trabajo todos los días, pasa siempre cuando estoy justo a media cuadra de la parada. Al principio me desconcertaba este hecho, que fuera tan justo todos los días, hasta que descubrí su plan, alguno de sus agentes, apostado en el lugar, trabajando de encubierto, se comunica con el colectivero, estacionado justo unos metros antes, dando la orden para que arranque cuando yo estoy a media cuadra, no más lejos, sino no podría observar tan detenidamente como el mismo se escabullía. Y los taxis, alertados por sus agentes, doblan siempre en la esquina anterior, ignorando a la persona parada a mitad de la calle agitando los brazos como loca, es decir, a mi. O pasando una y otra vez cuando una no los necesita.
Los hombres, bueno, no puedo ser muy específica en esta parte por el hecho de que tal vez alguno de ellos, vea escrito acá su nombre e inicie una demanda (o contrademanda, me pierdo con tantos términos legales) que por supuesto será parte del plan para desacreditarme. Pero he llegado a la conclusión que todos los hombres que conocí en mi vida fueron asignados por los agentes, algo así como kamikazes, o la infantería de esta organización, poniendo su vida en peligro, con el único objetivo de hacerme sufrir. Debo decir, en su favor, que han sido muy dedicados con la misión.
Mi gato: puedo asegurar que el forma parte del brazo animal de esta endemoniada coorporación. Creo que el objetivo de él consiste en observarme todo el tiempo que yo permanezca en mi casa, y realizar un informe diario de todos mis movimientos. Y a riesgo de sonar demasiado exagerada, creo que es el encargado de eliminarme si algo sale mal. Señoras y señores, creo que mi gato planea asesinarme.
La vida en general: siempre que me dispongo a realizar alguna actividad o a decir o hacer algo específico, todo alrededor conspira para que yo no pueda hacerlo, y mucho menos si pasé horas analizándolo.
Si alguno de ustedes tiene algún conocimiento de estos hechos y esta dispuesto a ayudarme en esta cruzada a favor de mi libertad, por favor comuníquese con mis abogados las 24 horas del día.
