jueves, febrero 09, 2006

Hay que agarrar a la suerte de los pelos

Que bien que se siente irse a dormir una noche luego de haber logrado desafiarse a uno mismo. Luego de haber hecho algo que normalmente no haríamos. Es como decirse frente al espejo "hey, yo no soy ese tonto que vos me decís todos los días que soy". No importa si al final nos sale bien o mal. Al fin del día lo único que importa es que lo intentamos, que nos arriesgamos, que tomamos a la suerte de los pelos y la zarandeamos un ratito a ver si se confunde y nos concede una...
¡¿Y si nos sale bien?! Perfecto, sería como un bonus track, nos daría mas fuerza para que en lugar de atrevernos a hacerlo una vez al mes, lo hagamos todos los días.

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